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Quien dirige una empresa, una planta industrial o un almacén sabe que los accidentes de los empleados pueden ser motivo de preocupación.

La salud y la seguridad de los trabajadores son y/o deben ser siempre la prioridad absoluta de todo empleador.

Los accidentes también pueden costar caro a una empresa, tanto en términos económicos como de tiempo, además de causar siempre mala publicidad.

La ley establece que cada empresa debe integrar determinadas condiciones para la prevención del riesgo de accidentes. Lamentablemente existen riesgos imprevisibles, actividades muy expuestas a peligros y márgenes de error.

 

Por ello, la prevención requiere un enfoque previsor que sepa (pre)ver el accidente incluso donde aparentemente no hay peligro. Las estadísticas de varios institutos (tanto nacionales como internacionales) muestran que alrededor de uno de cada cuatro accidentes laborales en los países de la Unión Europea se debe a caídas, resbalones y tropiezos.

La mayoría de ellos se deben a malas condiciones del pavimento, a un mantenimiento carente y a otros problemas de la superficie.

Estos problemas comunes incluyen:

 

– grietas, irregularidades y fracturas superficiales

– pavimentos mojados o húmedos

– piezas desgastadas

– presencia de aceite y grasa

– presencia de polvo y/o escombros – hoyos

 

También existe la desafortunada posibilidad de que el accidente se deba a cambios bruscos de material entre la superficie de una zona y otra.

Muchos de los problemas mencionados pueden eliminarse mediante un mantenimiento adecuado y medidas preventivas, a saber:

 

– la colocación de revestimientos para corregir todas las irregularidades de los pavimentos desgastados por el tiempo y el uso;

– la aplicación de tratamientos protectores contra el agua, el aceite y la humedad;

– la homologación de las superficies practicables con la colocación de un revestimiento único;

– la limpieza a fondo y constante.

antideslizante

 

Pavimentos antideslizantes

A pesar de estas medidas, puede ocurrir que persista el peligro de resbalones, sobre todo en estructuras donde se trabaja a diario en contacto con líquidos y polvo. En este caso, se recomienda colocar un revestimiento antideslizante para proporcionar a los trabajadores un soporte más seguro en situaciones potencialmente resbaladizas.