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La idea de cultivar la propia comida está cada vez más de moda, pero ponerla en práctica no es tan fácil para quienes viven en grandes ciudades metropolitanas donde los espacios abiertos son limitados.

Para solucionar esta dificultad, el estudio de arquitectura con sede en Kuala Lumpur Formzero ha creado una solución llamada Planter Box House. Se trata de un edificio verdaderamente original, muy diferente a los de su entorno, que incorpora múltiples estrategias pasivas para ser una casa energéticamente eficiente.

En el exterior, el edificio está compuesto por 17 contenedores de hormigón que sirven como recolectores de agua de lluvia y tanques de riego. En su interior se cultivan más de 40 tipos de plantas comestibles.

Inspirados en la típica casa tropical, los soportes de bambú producidos por la comunidad indígena de Malasia en Negeri Sembilan sirven como estructura para los contenedores de hormigón. Los arquitectos creadores garantizan su integridad a lo largo del tiempo.

El interior de la casa, consta de 340 m2 divididos en 3 plantas e incluye dos dormitorios, dos baños y dos salones. La luz proviene principalmente de las numerosas ventanas, que además proporcionan un gran flujo de ventilación, gracias a su posición estratégica.

Planter Box House ha sido diseñada para una pareja de jubilados apasionados por la jardinería y el cultivo de alimentos que no quieren renunciar a su estilo de vida en la ciudad metropolitana. De hecho, esta casa es la representación del estilo de vida de sus propietarios: una especie de plataforma para un aprendizaje constante de técnicas de cultivo en un contexto urbano como es la metrópoli de Kuala Lumpur.

El proyecto tiene como objetivo explorar nuevas oportunidades y experiencias, no solo para los propietarios, sino también para las comunidades circundantes.