Extremo rigor y equilibrio de formas: esto esto es lo que puedes percibir al acercarte a esta magnífica villa moderna construida cerca de Pordenone.
Desde el exterior, el orden es el protagonista: la villa fue concebida como un conjunto de cubos que encajan entre sí para formar un cuerpo sólido más complejo en el que cada cara es un paralelogramo. La superficie es lisa y de colores neutros, puntuada solo por un muro de piedra que recorre el borde de la piscina. Predomina el blanco, interrumpido solo por un efecto de hormigón gris.
En la entrada los vehículos recorren el pavimento SassoItalia® de Ideal Work®, un sistema que recuerda a la gran tradición italiana de la «piedra lavada” y que, casi en contraste con la extrema modernidad del edificio, se integra armoniosamente en el paisaje.
Al cruzar el umbral, sientes cómo entras en un espacio surrealista y moderno. También aquí, como en el exterior, todo está dominado por el rigor geométrico. Grandes estancias de un minimalismo absoluto con algunos elementos de diseño. Algunos muebles de estilo vintage rompen el rigor y aportan calidez.
El ambiente brilla por todas partes, ampliando el espacio en una atmósfera de pureza y elegancia. Hay un protagonismo absoluto del blanco, con otros colores que actúan solo como extras: el negro en la moderna cocina o el sofá rosa en el gran salón. Aquí, te sentirás como si estuvieras de nuevo en el jardín: la gran ventana central crea un todo entre el interior y el exterior, permitiendo que la luz natural inunde el espacio. Los muebles en sí pasan casi desapercibidos. Miran hacia las ventanas e invitan a sentarse y admirar el verde paisaje, relajarse y dejar la mente en blanco.
La elegancia viene dada por la sencillez de las formas y la esencia misma del espacio. Cada elemento es exclusivo y realiza su propia función. Para el suelo se eligió el micro-terrazo Lixio®, el nuevo suelo veneciano fruto de la innovadora tecnología de Ideal Work®. A través de la variante Bianco Carrara, Lixio® realza los muebles con su brillo y los hace lucir tan valiosos como obras de arte en un museo.
El resultado es un espacio contemporáneo, desprovisto de adornos superfluos, que no olvida su carácter y herencia italianos.